¿Les parece familiar?
Yo le llamo el ciclo mala onda, y ¿saben cuánto tiempo dura? Bueno, eso lo deciden ustedes.
En mi caso, el asunto fue más o menos así:
La etapa de Depresión masiva duró un par de años. Vaya si hago la suma, tardé 3 1/2 años en asumir esta nueva condición y hacer algo.
¿Cómo se rompe ese ciclo cochino, apestoso, malvado y horrible?
Considerando que somos y sentimos de forma diferente… Solo puedo decirles cómo fue para mí, cruzar los dedos (o poner chonguitos, como decimos en mi pueblo) y desear muy fuerte que a alguno de ustedes les sirva.
Actitud correcta. Primero, dejé de enojarme conmigo. NO es mi culpa. Yo NO soy esto.
Esto es lo que creo que sucede cuando nos enojamos con el Hipotiroidismo:
Vamos, la imagen es obvia: lo pinchas y, ¿a quién crees que le duele?
Entonces, si yo no soy esto, si no es mi culpa y no soy lo que padezco, ¿para qué rayos vivir encabronad@? ¡No!
Aunque suene como monje shaolín: el Hipo no te controla, TU controlas al Hipo. ¿Cómo? Deja de culparte, deja de enojarte, deja de quejarte, agarra ese cuerpo tuyo (que es el único que tienes) y toma control de él, es tuyo.
La hueva horrible, la ‘neblina mental’, los dolores, los malestares, todo es tuyo y por lo tanto TU, ama y señora (o amo y señor) de tu cuerpo, de ese conjunto sexy de personalidad, emociones y cuerpo, SU REAL Y ABSOLUTA MAJESTAD, tome posesión de su reino y arregle sus asuntos, que hay mucho por hacer.
Ahora, cada elemento siguiente debe incluir la actitud correcta.
Actividad adecuada. Es un hecho que tenemos días en que nos sentimos decrépitos, por eso nadie está esperando que corras un maratón (y si alguien espera eso de tí, mándalos por un tubo, lo harás cuando se te de tu regalada gana).
Sería una hipócrita si les dijera que soy super deportista. La verdad, no. Pero sí noto que los días que levanto el trasero y hago cosas, ninguna de ellas en el gimnasio, por cierto, duermo mejor.
Recuerden: la actividad física activa los músculos, y si aumentamos nuestra masa muscular, aunque sea poquito, nos vamos a sentir mejor: el músculo ayuda a mantener la energía y quema más calorías (por eso en la entrada anterior hablábamos de incluir proteínas con cada alimento).
¿A qué me refiero con actividad física? A todo aquello que los levante del sillón, les despeje la mente y les haga felices.
Si no les gusta correr (como a mí), ¡no lo hagan! En serio, nadie les va a poner tache, y yo prometo no decirle a nadie. Busquen una actividad que en serio les guste (sí, incluso sexo) y empiecen poquito a poquito, pero sean realistas.
Si quieren esto:
¡¡Vayan a ver una peli o la TV!!
Claro, podrían, si tienen voluntad de acero, mucho tiempo libre y una buena lana para el gym…
Pero no, los mortales, como yo, encontramos actividades simples, sencillas y gratificantes (desde yoga weeee, hasta mancuernas mientras ves una peli, estiramientos, el quehacer, un bailecito frente al PS3, el XBOX o alrededor de un árbol, pasear a tu perro hiperactivo, caminar por un lugar muy bonito, etc. etc.).
Alimentación disciplinada. Ni modo chicas y chicos, esto no es negociable. La buena noticia es que, si la actitud es correcta, la alimentación se convierte en un campo a explorar. Les recuerdo, no se trata de tortura, sino de elevar su calidad de vida. Prueben, exploren, y anoten.
Un ejercicio sencillo. Tomen un cuadernito y hagan un mini diario. Anotan pastilla, comidas, si toman agua, cantidades, hora de cada uno y cómo se sienten. Dos semanas.
Un día les comparto mi diario, para que vean lo que descubrí.
Sueño sagrado. Les recuerdo que cada punto va pegadito con la actitud correcta.Antes del Hipo, algunos estábamos acostumbrados a hacer mil cosas a la vez. De pronto, nos topamos con un mundo gelatinoso y pegajoso en cámara leeeeeeeeenntaaaaaaa… Olvidamos cosas, tartamudeamos, nos distraemos, nos cuesta trabajo enforcarnos. Sí, es frustrante, sobre todo para quienes vivíamos a velocidad ardilla.
Lo cierto, es que podemos amortiguar un poco si dormimos bien (pues alguien con Hipo requiere más horas de sueño) y nos tenemos paciencia (actitud correcta). La ‘neblina mental’, ese estado de embriaguez que nos hace sentir como seres unicelulares, se reduce si dormimos bien. El dolor muscular o en las coyunturas a veces también se reduce durmiendo bien.
Vaya, el sueño es SAGRADO.
Aceptación. El Hipo es una condición con la que viviremos el resto de nuestras vidas. Cómo la vamos a vivir es decisión de cada un@. Lo que debemos tener MUY MUY MUY MUY claro es que, no vamos a tener un premio al final.
La única retribución es la de notar la diferencia entre la mala vida y sus ciclos Mala Onda y la Buena Onda en la que podemos vivir bien. Para ello hay que ser unos maestrazos en el arte de la paciencia y la constancia. Vamos a dominar el arte de invertir acciones DIARIAS para estar BIEN.
Recuerden que tardarán unas semanitas en notar lo que han hecho el día de hoy.
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